Creada en 1994, la etiqueta energética de la UE lleva mucho tiempo ayudando a los fabricantes a identificar fácilmente la eficiencia energética de su maquinaria y a los usuarios finales a comprar con pleno conocimiento. Aunque en un principio se lanzó para el mercado doméstico, en 2016 se introdujo la primera directiva sobre la etiqueta energética para los equipos de restauración profesional, incluida la refrigeración comercial.
¿Qué es la etiqueta energética?
En resumen, se trata de una etiqueta que aparece tanto en el producto como en su embalaje y que muestra información importante sobre la eficiencia energética de la máquina. Los requisitos aplicables a los equipos de refrigeración comercial se basan en los establecidos en la Directiva de la UE sobre etiquetado energético, que forma parte de la Directiva Europea Ecodesign, y abarcan:
¿Cómo leer las etiquetas energéticas de los frigoríficos comerciales?
La etiqueta energética de la UE para los equipos de refrigeración comercial muestra toda la información necesaria que los profesionales de la restauración necesitan para determinar la eficiencia energética del producto en cuestión.
Además de la referencia del producto y los datos del fabricante, la etiqueta incluye:
- Clase energética
- Consumo anual de energía
- Capacidad neta de almacenamiento
- Clase climática
Una diferencia clave entre los aparatos de refrigeración domésticos y comerciales es el hecho de que las etiquetas energéticas domésticas detallan el ruido (dB). No hace falta decirlo, pero un aparato doméstico nunca debe utilizarse en un entorno profesional. Si lo hace, no sólo anulará la garantía, sino que aumentará los costes de funcionamiento y la probabilidad de que el producto falle.
Clase energética
La clase energética es el indicador general de la eficiencia energética de un equipo. Según la etiqueta energética de la UE, las unidades de refrigeración comercial se clasifican de la A+++ a la G, en función de sus Normas Mínimas de Eficiencia Energética (MEPs). A+++ es la más eficiente, y G la menos eficiente.
Consumo anual de energía (kWh/año)
La etiqueta energética de la UE también indica claramente el consumo de energía anual previsto de la unidad. Estos datos pueden utilizarse para ayudar a los operadores a calcular los costes de funcionamiento previstos multiplicando los kWh por el coste de la unidad.
Capacidad de almacenamiento
Otro dato importante de la etiqueta energética de la UE es la capacidad máxima -o volumen neto (L)- del equipo. Sobrecargar un frigorífico comercial puede provocar una mala circulación de aire alrededor de los productos almacenados, lo que puede hacer que se estropeen antes. Por ello, los operadores deben asegurarse de invertir en un frigorífico comercial con capacidad suficiente para almacenar el contenido de forma segura y eficiente. Los armarios refrigerados y congeladores ecostore de Electrolux Professional, por ejemplo, pueden ofrecer una media de 50 litros más de capacidad que otros modelos de tamaño similar gracias a su innovador diseño y a la posición de la unidad de refrigeración.
Clase climática
El último dato clave que aparece en la etiqueta energética de la UE para la refrigeración comercial es la clase climática. Esto determina la capacidad del producto para conservar correctamente los alimentos en diferentes condiciones de trabajo. Dado que las cocinas profesionales pueden alcanzar a menudo temperaturas ambiente de funcionamiento elevadas, cualquier unidad de refrigeración comercial que se adquiera debe estar construida según la clase climática 4 (“trabajo ligero”: 30 °C / 55 % de humedad) o la clase climática 5 (“trabajo pesado”: 40 °C / 40 % de humedad) para garantizar los niveles de rendimiento.
Conclusión
En definitiva, la etiqueta energética de la UE es una herramienta importante para ayudar a los profesionales de la restauración a tomar una decisión informada a la hora de comprar refrigeración comercial. Dado que la refrigeración suele estar encendida 24 horas al día, 7 días a la semana, encontrar la unidad adecuada puede ayudar a mantener los costes de funcionamiento al mínimo y contribuir a una actividad de restauración rentable y sostenible.