Las constantes subidas mundiales del precio de la energía han puesto rotundamente de relieve el consumo de servicios públicos en el ámbito del cuidado profesional de la ropa. Ante la falta de perspectivas de alivio, ¿qué pueden hacer los propietarios y los operadores para recuperar sus márgenes? Quizá ya tengan la respuesta ante sus ojos. Christine Rush, responsable global de Producto -Secadoras, repasa la evolución de la tecnología de bomba de calor y cómo esta puede ser clave para combatir la crisis energética.
Uso de bombas de calor en las secadoras comerciales
El uso de bombas de calor en las secadoras comerciales no es nada nuevo. En realidad, es una tecnología que se utiliza hace más de cuarenta años. Pese a contar con una clientela fiel, sobre todo en países donde la tecnología de bomba de calor tiene otras aplicaciones habituales, como la calefacción doméstica, muchos profesionales del cuidado de la ropa la han descartado enseguida debido a diversas percepciones muy arraigadas.
Para quienes regentan una lavandería comercial, el éxito suele estar ligado a la productividad. Sencillamente, cuanto mayor sea el número de ciclos diarios, más dinero puede generarse.
Aunque las secadoras con bomba de calor a menudo han implicado menos costes de explotación que las secadoras de evacuación eléctricas o a gas, no han logrado ofrecer, ni de lejos, duraciones de ciclos análogos. Si a ello le añadimos su mayor precio de compra, no es de extrañar que las secadoras con bomba de calor aún tengan que superar muchas trabas en el mercado de las lavanderías internas (OPL).
El creciente coste de la energía
Ante las constantes subidas de precios en los mercados energéticos mundiales, abundan quienes empiezan a plantearse seriamente qué tecnología de secado les conviene. Las secadoras con bomba de calor han constituido durante muchos años el 60% de las instalaciones de secadoras comerciales en Suecia. Sin embargo, esa cifra había ascendido hasta el 75% a finales de 2022. También ha crecido en Francia y Alemania (gracias en parte a la subvención estatal de las tecnologías sostenibles), así como en otros países europeos. Incluso hemos empezado a observar un mayor interés en APAC y EE. UU., dos zonas con un gran predominio de las secadoras de evacuación.
Aún así, esto no debería sorprendernos, puesto que las secadoras comerciales consumen más del triple de energía que las lavadoras.
Dado que el coste unitario medio de la electricidad se ha triplicado durante el último año, ha perdido fuerza la tradicional compensación de los mayores gastos de explotación con los ciclos más rápidos de las secadoras de evacuación.
Cómo te ayuda a ahorrar energía una secadora con bomba de calor
El coste de la energía es sin duda un factor decisivo, pero también lo es la innovación. De hecho, las secadoras con bomba de calor modernas –como las de la Línea 6000 de Electrolux Professional– representan rotundos avances para superar el principal obstáculo a su implantación masiva: la duración de los ciclos.
El secreto radica en inspirarse en otras aplicaciones de las bombas de calor. A diferencia de otros modelos del mercado, las secadoras con bomba de calor Línea 6000 llevan una válvula electrónica y un compresor accionado por inversor dentro de la unidad de la bomba de calor. Al igual que la tecnología empleada en las aplicaciones de bomba de calor y aire acondicionado, reduce drásticamente las fluctuaciones de temperatura frente a la tradicional regulación con válvulas mecánicas, lo que significa un mejor control de la temperatura y una eliminación más veloz del agua.
Esto no solo mejora el consumo de energía, sino que también cambia las tornas con respecto a la duración de los ciclos. Los profesionales de OPL ahora pueden disfrutar de secadoras con bomba de calor capaces de ejecutar un ciclo en 35 minutos (solo 5 minutos más que las secadoras de evacuación) y casi al doble de velocidad que las secadoras con bomba de calor convencionales.
El impacto de estos dos factores no debe sobrevalorarse al evaluar la productividad. En comparación con una secadora de evacuación, una secadora con bomba de calor moderna que ejecute 3000 ciclos al año utilizará un 65% menos de energía cada año: el equivalente al consumo energético anual de tres hogares familiares tradicionales.
Unido a los solo 5 minutos de diferencia en la duración de los ciclos, los profesionales de OPL ya no tienen necesidad de contrastar consumo de energía y productividad. Incluso aunque te condicione el precio ligeramente superior de una secadora con bomba de calor, el periodo de amortización puede reducirse a solo dos años, mientras que los menores costes de explotación y la duración equiparable de los ciclos siempre te compensarán el desembolso durante diez o más años de funcionamiento.
Las secadoras con bomba de calor ofrecen ahora una importante oportunidad de ahorro energético, pero conviene contextualizar la tecnología dentro del proceso general de gestión del ciclo de lavado.
Para sacar el máximo partido a una secadora con bomba de calor, debe combinarse con una lavadora comercial con centrifugado a altas revoluciones. Así se maximizará la eliminación de agua antes de la fase de secado y se garantizará la mayor eficiencia posible de los ciclos de secado.
Aunque las lavadoras que centrifugan a altas revoluciones son la norma en muchos países, aún no constituyen la elección habitual en otros. Por lo tanto, quien se plantee invertir en una secadora con bomba de calor también deberá tener en cuenta sus lavadoras para maximizar tanto el ahorro energético como la productividad.
Conclusión
El mundo de la lavandería comercial es ahora muy distinto al de hace 12 meses. Con los precios de la energía abocados a mantenerse elevados más allá de este año, la innovadora tecnología de las secadoras con bomba de calor será cada vez más relevante.